Cuando mi padre Juan Diego vino de su pueblo a Madrid, comenzó a trabajar como instalador, en ese momento él no se imagina que después de tantos años, todo lo que el aprendió lo seguiríamos haciendo nosotros.

Chrisar solo tiene 13 años.

Somos una empresa forjada en el trabajo y el sacrificio, que se formó en un momento de crisis laboral en el año 2010, pero con la experiencia que a Juan Diego le dieron los años, salimos adelante y seguimos aprendiendo y adaptándonos a los nuevos tiempos.

En todo este tiempo y gracias a nuestro equipo, no hemos parado de avanzar, un equipo que lleva con nosotros desde el comienzo, que apostaron por la empresa y a día de hoy siguen haciéndolo, al igual que las nuevas incorporaciones, si ellos esto no sería posible.